Las aventuras de Ulises (12): el plan de Atenea. Con Telémaco y el perro.

Ulises no quiere esperar más y está decidido a acudir de inmediato a su palacio para acabar con los pretendientes de su mujer -que, más bien, pretenden el trono con todas sus riquezas. Pero Atenea, más fría y ducha en las artes de la guerra, le calma: han pasado veinte años... ¿Y si su mujer le rechaza, creyéndolo un extraño más que busca sus favores?

El plan de Atenea era el siguiente: Ulises tomaría el aspecto de un viejo mendigo, y de tal guisa, iría a casa de Eumeo, el porquero fiel del héroe. Además, hizo volver a Telémaco de Esparta y le ayudó a reconocer en el pordiosero a su padre (aunque el joven no sabía que el supuesto comerciante de metales que le había llevado a la choza no era otro que Atenea disfrazada).

Sin embargo, el joven duda: ha pasado tanto tiempo... ¿Y si le están engañando de nuevo? Eumeo, mientras, va a palacio para avisar a Penélope del regreso del príncipe.

Con quien no contaba nadie es con un viejo perro de caza, el perro de Ulises, que apareció de pronto en la puerta de la cabaña chillando: a la vista de su dueño, la orejas del can se enderezaron, corrió a su encuentro y bailó fiestas junto a él. Las dudas de Telémaco se desvanecieron así y padre e hijo se abrazaron.

Atenea les conmino a no avisar a Penélope, ya que en la segunda parte de su plan era fundamental el secreto...

¿Cómo llega Ulises a Ítaca?


2 aportaciones:

Mr Blogger dijo...

Ay que duro es tener que tratar con todos sus antiguos sirvientes y tener que enfrentarse a su infidelidad. Afortunadamente aún tiene gente que le recuerda y le ama y en la que puede confiar, Eumeo el primero entre todos ellos.

Negrevernis dijo...

Y el perro, no te olvides del perro...
Pero ten esperanza en Penelope...