Las aventuras de Hércules (11): los bueyes del rey Gerión.

El siguiente encargo fue viajar hasta Gades para robar los bueyes del rey Gerión de Tartessos. Este personaje era un monstruo, con sus tres cuerpos que compartían cintura. Para ir hacia allá, Hércules le pidió prestada a Helio la barquita de oro que usaba cada noche para volver a su palacio de Oriente -aunque algunos dicen que tenía tanto calor que amenazó al propio dios con sus flechas-; cuando pasó por el estrecho que separa la península ibérica de África plantó una columna a cada lado (el monte Abile, en Ceuta, y el peñón de Gibraltar), para que todos supieran que había pasado por allí.

Cuando llegó a las tierras de Gerión, se dio cuenta de que el rey encargaba al pastor Euritión y al perro de dos cabezas Orto -hermano de Cerbero- la vigilancia de sus bueyes mientras pastaban. Así que lo primero era burlar la vigilancia, de forma que el héroe mató con una flecha al perro y con otra al hombre -o, tal vez, los derribó a ambos de un formidable golpe de su maza-. Cuando ya estaba llevádonse los bueyes apareció Gerión y comenzó a perseguirlo.

Sin embargo, el monstruoso rey no contaba con la astucia de Hércules, que logró esconderse tras una roca. Cuando Gerión pasó por allí, le disparó una flecha que hirió y mató a la vez a los tres cuerpo.

Seguido por los bueyes, se dirigió de nuevo hacia Grecia.

  • El dios Helios también tenía un rebaño: pincha aquí.
  • Un resumen de las aventuras de Hércules, aquí.
  • Y también lleva el nombre de Hércules otra torre: pincha aquí.

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